miércoles, 13 de marzo de 2013

Sinestesia, Antonio M. Díaz Sequera


Veo cómo la fragancia desprendida por tu cuerpo se adueña de mis sentidos y hace que recuerde cada segundo que compone nuestras vidas. Mientras acaricio nuestra sábana, recuerdo el momento en el que vi tus ojos, el instante en el que sufrí los efectos del eco en tu mirada.  Siento cómo la brisa acaricia la sombra de tu cabello, cómo el reflejo de la luz hace que saboree tu radiante hermosura, y cómo tu pelo ondulado y tu dulce mirada me piden a gritos que me acerque, como si nuestro destino ya estuviese escrito. Las últimas palabras que tus labios poéticos pronunciaron me hacen emocionarme, y me obligan a recordar que ya no estás conmigo, que nunca volverás. Cada letra de aquel ''Te quiero'' despierta en mi corazón y, con dos lágrimas en los ojos, pronuncio mi último adiós, mi amor.