sábado, 2 de febrero de 2013

La sonrisa. Alba María Pavón Limones





 Todo comenzó una tarde. Estaba triste y no sabía el motivo. Todo se iba volviendo oscuro, el sol parecía estar helado, una tormenta llegó. Cada gota de hielo que recorría mi rostro hacía que recordase cada momento de mi vida y me preguntaba: ¿cuál es mi lugar?, ¿adónde voy?, ¿qué estoy haciendo?

En un instante se me olvidó todo incluso quién era. Mi mente se había quedado en blanco como un simple papiro sin escribir. Algo hizo que sonriera,  esa frase que siempre pensé. Así que caminé, reí y grité. Es eso. Sí, eso es: “NADA ES IMPOSIBLE”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario