miércoles, 16 de enero de 2013

BIG-BANG. Antonio M. Díaz Sequera

Al mirar mis ojos puedes ver dos bombillas apagadas que, al verte aparecer, creen que eres su interruptor más esperado, creando así la conexión eléctrica tan deseada que hace que mis ojos se iluminen y como consecuencia irradien un calor tan inmenso y acogedor como los rayos del sol. Te acojo en mis brazos y ahora puedo  sentir cómo el globo de mi pecho, latido tras latido, desea estallar. Cumple su misión y causa que la eterna distancia que existe entre la maravillosa luna y el grandioso sol desaparezca. Ahora nuestros labios colisionan haciendo así que el mundo que conocemos llegue a su fin, es un nuevo Big-bang en el que nosotros somos las únicas partículas supervivientes. Ahora, este es nuestro Big-bang.

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